
Parashá: Ekev (Concecuencias)
Lectura de la Torá: Deuteronomio 7:12-11:25
Lectura profética: Isaías 49:14-51:3
Parashá Eikev
“Mérito“
En el parashá de esta semana, aprendemos una lección muy importante sobre el mérito. El mérito se define simplemente como el resultado de algo que se gana. Espiritualmente, el mérito puede transferirse a otro. Esto es ciertamente cierto con respecto al mensaje del Evangelio: el Mesías Yeshúa obtuvo el perdón de los pecados en nombre del mundo. En Deuteronomio, capítulo 10, hay un versículo que habla del mérito.
“Solamente en tus padres quiso HaShem amarlos, y Él escogió su descendencia después de ellos; en ti de entre todos los pueblos, como en este día.” Deuteronomio 10:15
Este versículo revela que Di-s, gracias a los Patriarcas, eligió a Israel de entre todos los pueblos para ser su instrumento especial en este mundo. Abraham, Isaac y Jacob respondieron con fe para ser usados por Di-s y bendecir a la humanidad. Fueron fieles a este llamado, y a su vez, este mismo llamado fue dirigido al pueblo judío. Este llamado no se trataba de exaltar el judaísmo, sino la piedad; manifestar su gloria para que todos los pueblos pudieran responder con la misma fe.
En este pasaje, inmediatamente después de afirmar el llamado de Israel, lo primero que se menciona es la circuncisión. La circuncisión debe entenderse como la muerte de la carne. En otras palabras, si Israel (o, en realidad, todo el pueblo) ha de cumplir los propósitos de Di-s, la primera lección que Israel debe aprender es que no se puede servir a Di-s en la carne. Es sumamente significativo que, cuando se menciona la circuncisión en el versículo 16, se refiere a la circuncisión del corazón. Este hecho revela que servir a Di-s es un asunto espiritual.
La mayoría de las personas, incluyendo al Israel histórico, olvidan un aspecto muy importante de por qué HaShem nos llama a servirle. Una vez enseñé este pasaje y, al hacerle esta pregunta, alguien respondió: “Para bendecir a otros”. Si bien es cierto que el propósito de ser llamados al servicio es bendecir a otros, este no es el aspecto importante que debemos recordar con respecto a este llamado. Es muy significativo que en el versículo 15 se diga: “HaShem desea amarlos“. Di-s nos llama a servirle, no porque necesite nuestra ayuda ni porque sea la única manera de que otros sean bendecidos. Más bien, nos llama a servirle porque desea amarnos.
Es en el servicio a nuestro Señ-r (Yeshúa) que uno puede experimentar el gran amor de Di-s, lo cual produce un gran cambio en la vida del creyente y lo hace madurar para ser verdaderamente un instrumento de Di-s que manifiesta Su gloria y bendice a otros.