Una vista maravillosa de la tierra
En la porción de la Torá de esta semana, Moisés envía espías para investigar la Tierra Prometida y confirmar la palabra de Dios de que la tierra que iban a heredar era exactamente como HaShem había dicho, una tierra que fluye leche y miel. Aunque los espías confirmaron que la tierra era buena, ellos (con la excepción de Josué y Caleb) prefirieron no entrar en ella, sino regresar a Egipto. La razón que dieron es más informativa. Primero declararon que las personas que habitan en la tierra, “son poderosas y viven en ciudades fortificadas.” En otras palabras, dudaban que pudieran apoderarse de la tierra de ellos. La duda, como es el caso aquí, es a menudo el resultado del miedo. Luego, se le dice al lector que Amalec moraba allí. Aunque se mencionaban otras gentes, es significativo que Amalec fuera mencionado primero. Amalec era fuerte y cruel y aunque Israel lo derrotó una vez (ver Éxodo 17) fue una batalla difícil y una que la gente no quería pelear de nuevo, especialmente contra Amalec y los otros pueblos que también habitaban en la tierra.
La razón final que dieron para no querer subir y tomar posesión de la tierra como HaShem les prometió fue los NEPHILIM. ¿Quiénes eran? El texto dice que eran descendientes de los Anakim (Gigantes). Génesis 6: 4 también menciona los NEPHILIM, pero parece implicar que ya estaban en la tierra antes del diluvio, pero no después. La mayoría de los eruditos creen que la referencia a los NEPHILIM en Números no representa lo que realmente vieron los espías, sino que simplemente los inventaron los 10 espías para asustar a las personas y hacerles aceptar su recomendación de que no ingresaran a la Tierra Prometida.
Estoy de acuerdo en que en realidad no vieron a ningún NEPHILIM, pero me gustaría sugerir que los 10 espías infieles no formaron su relato respecto a los NEPHILIM por completo. Creo que realmente pensaron que habían visto NEPHILIM. El punto es que cuando uno no tiene fe en la palabra de Dios y Sus promesas, el temor y la duda se manifiestan de una manera poderosa. Naturalmente, hay obstáculos que HaShem quiere que su pueblo supere. Sin embargo, sin fe, estos obstáculos sobre los cuales Dios quiere dar la victoria, se vuelven tan distorsionados por el miedo y la duda que parecen ser mucho más amenazantes de lo que en realidad son. El miedo y la duda paralizarán al creyente y él considerará las futuras victorias que Yeshua tiene para él como insuperables y se alejará de las bendiciones de Dios. Los NEPHILIM habían sido derrotados previamente, y también lo han hecho todos tus enemigos y todos los obstáculos por los que te encuentras temiendo o preocupándote. Los espías infieles gritaban con desesperación que los Hijos de Israel eran como saltamontes en comparación con los NEPHILIM. El texto dice:
“También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, á nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos á ellos.” Números 13:33
Este versículo revela que la gente había recibido la falsa perspectiva de su imaginación. Sin lavar su mente con las Escrituras todos los días, el creyente también puede comenzar a perder la visión de Yeshua y comenzar a adoptar la perspectiva que el enemigo quisiera que la gente de Dios viera. ¿A través de cuales ojos ves tú; los ojos de miedo y duda o los ojos de fidelidad en las promesas del Dios que no puede mentir?
