¿Eres celoso de las cosas que son importantes para el Señ-r ? En la porción de la Torá de esta semana, uno lee acerca de Pinjás, un hombre que se preocupaba por los mismos asuntos por los que Di-s se preocupaba. El resultado de su celo fue que mató a dos personas que estaban a punto de cometer un acto de idolatría. Ciertamente, no estoy sugiriendo que hoy nos corresponde a nosotros tomar tal acción. Es necesario recordar que esto ocurrió dentro del campamento de los Hijos de Israel, cuando hubo una clara revelación de que tal acto era en acto con un castigo de muerte. Además, parece que Pinjás solo hizo lo que el Señ-r estaba por hacer y alivió a un mayor número de personas que morirían. Dejando a un lado el acto de Pinjás, centrémonos en uno de los resultados de su celo. Uno lee que Di-s le dio a él, Su Pacto de Paz (Numeros 25:12). ¿Cuál es el significado de esta declaración?
La palabra hebrea para pacto se relaciona con cuatro conceptos:
Relación
Convenio
Pureza
Bendición
No hay duda del pasaje de que Di-s estaba obrando en la vida de Pinjás. Fue precisamente el celo de Pinjás lo que dio evidencia de que el Señ-r estaba presente dentro de él. En otras palabras, su acto demostró que no solo sabía que Di-s existía, sino también lo que le importaba a Di-s. Este es el resultado de tener una relación con el Señ-r. Para que una relación crezca, debe haber parámetros para esta relación. Estos parámetros están definidos solo por Di-s. Por lo tanto, el acuerdo entre el Señ-r y Pinjás no es un acuerdo negociado, sino uno al que Pinjás se rindió, porque conocer a Di-s es reconocer que Él siempre sabe lo que es mejor.
Cuando uno afirma la verdad de Di-s y aplica esta verdad a su vida, tiene una influencia purificadora. En el libro de Juan, el Espíritu Santo es llamado el Espíritu de la Verdad (ver Juan 16:13). Es Él, el Espíritu Santo, Quien tiene una influencia purificadora en la vida del creyente. Cuando estas tres cosas son parte de la vida de uno: una relación con Di-s, un acuerdo con Di-s con respecto a Su verdad y cuando uno está siendo purificado por el Espíritu Santo, entonces uno está en posición de encontrar bendición.
No hay que perder de vista que numerosas personas presenciaron el mismo acto que presenció Pinjá, pero sólo él respondió. Algunos eruditos señalan que las cosas con las que el Señ-r recompensó a Pinjás eran realmente las que ya él poseía. Realmente era más una cuestión de que Di-s los reconociera públicamente ante la gente.
De nuevo, te pregunto “¿Eres celoso de las cosas de Di-s”? Muchos de los Hijos de Israel podrían haber respondido que sí en ese día, pero es significativo que solo uno fuera verdaderamente celoso de una manera que agradaba al Señ-r. Piénsalo seriamente antes de responder.
v24: Tú (entendido): Hablando a los verdaderos creyentes.
Escuchado desde el principio: Hablando de lo que enseñaron el Mesías y los primeros apóstoles (es decir, el Evangelio), el fundamento para una fe del nuevo pacto.
Nota: Si no nos aferramos a la verdad entonces no estaremos en el Padre ni en el Hijo.
v25: Él nos hizo: Los que permanecen en el Padre y en el Hijo reciben esta maravillosa promesa de Di-s.
Vida eterna: Vida eterna significa vida del Reino. ¡La implicación de esto es que podemos vivir en el Reino de Di-s tan pronto como creamos! No tenemos que esperar a morir para comenzar a disfrutar la vida del Reino. Con la unción del Espíritu Santo, podemos vivir en obediencia a la verdad del Reino y podemos comenzar a recibir las bendiciones del Reino mientras todavía estemos vivos en esta tierra.
v26: Engañan: A medida que nos acerquemos a estos últimos días y que el espíritu del anticristo se vuelva más audaz, más visible y más predominante en este mundo, veremos que el espíritu de engaño se hará más fuerte. A causa de los negadores, los que rechazan la verdad, Di-s va a enviar un espíritu de engaño al mundo (2 Tesalonicenses 2:9-12). Cuando negamos la verdad, va a producir engaño en nuestras vidas. Esta es una ley espiritual. Estos engañadores actúan con intención: desean engañarnos.
v27: La unción: Esta es la solución de cómo vencemos el engaño y cómo nos preparamos para el regreso del Mesías, a través de la unción del Espíritu Santo que mora en nosotros.
Recibisteis de Él: Recibido del Mesías.
No tenéis necesidad de que nadie os enseñe: Juan no está diciendo que no necesitamos ayuda o discipulado. Lo que está diciendo es que en estos temas básicos sobre los que ha estado enseñando, tendremos discernimiento: sabremos distinguir la verdad de las mentiras, sabremos quién es verdadero y quién es mentiroso.
Así como la Unción misma os enseña a todas las cosas: La Unción del Espíritu Santo nos prepara para ser hallados fieles en la venida del Mesías para Sus santos, es decir, el arrebatamiento o la bienaventurada esperanza.
Es verdadera: Esta unción del Espíritu Santo produce verdad.
Permaneced en Él: La unción del Espíritu Santo nos enseña cómo morar o vivir en el Mesías.
v28: Hijtos: Esta no es la misma palabra para niños que vimos en 1 Juan 2:18. Es una palabra que habla de cariño y enfatiza el amor dentro de una relación familiar. El simple hecho de nacer en este mundo (ser parte de la creación de Di-s) no nos convierte en hijos de Di-s, y el haber nacido tampoco nos garantiza una relación con Él. Solo nos convertimos en hijos de Di-s a través de la sangre del Mesías Yeshúa.
Él: Mesías Yeshúa.
Cuando (Él) se manifieste: Esto está escrito en PASIVO. Este tiempo nos revela que el Mesías está demostrando sumisión a la autoridad de Su Padre. Él está esperando que el Padre le dé el visto bueno en cuanto a cuándo puede venir a buscar a Su iglesia.
Tengamos confianza …. avergonzados: ¿Por qué? Porque hemos permanecido en esta Unción, hemos caminado en la verdad y hemos permanecido en Él.
Confianza: Vamos a ser audaces.
Su venida: Esto se refiere al arrebatamiento o bienaventurada esperanza. 1 Tesalonicenses 3:13. En la segunda venida del Mesías, Él no se manifestará a Sus santos (se nos manifestará a nosotros en el Rapto), ya que en Su segunda venida regresaremos con Él para gobernar y reinar con Él. En el momento del Rapto, Yeshúa no desciende completamente hasta Jerusalén (como lo hará en Su segunda venida), sino que desciende en las nubes y nos recoge desde allí (Hechos 1:9-11, 1 Tesalonicenses 4:17).
Nota: La segunda venida del Mesías, que es precedida por el Rapto de la iglesia – un evento completamente diferente a la segunda venida de Yeshúa – 1 Corintios 15:51-53, 1 Tesalonicenses 4:13-17, 2 Tesalonicenses 2:1 -5, Tito 2:13, está dirigido principalmente hacia la redención del 1/3 del remanente de la casa de Israel y Judá (Zacarías 13:8-9) que aún estará vivo al final de la Angustia de Jacob o la Gran Tribulación (Jeremías 30:6-7).
v29: Sabéis: Escrito en tiempo perfecto. Esto significa que Su justicia se conocía en el pasado, todavía se conoce ahora y se seguirá conociendo en el futuro.
Sabéis que Él es justo: Yeshúa va a cumplir todas Sus promesas. Él va a hacer todo lo que Di-s ha dicho que hará.
Todo el que hace justicia: Esta es la clave para saber que verdaderamente hemos recibido el evangelio. ¿Estamos haciendo justicia, viviendo de acuerdo con la Palabra, las instrucciones o los mandamientos de Di-s? ¿Existe una manifestación exterior de nuestro cambio interior, un cambio interior provocado por el Espíritu Santo que mora en nosotros?
La mayoría de la gente piensa que los últimos días, los últimos tiempos, se refieren a la semana 70 de Daniel, es decir, los últimos siete años antes de la segunda venida del Mesías, cuando Él vence a los enemigos de Israel (que también son sus enemigos), libera un remanente del pueblo judío y establece Su Reino (Daniel 9:24-27).
Sin embargo, Hechos 2:14-21 nos revela que se puede pensar en los últimos tiempos en un sentido mucho más amplio que solo esos últimos siete años. En un sentido más amplio, los últimos tiempos comenzaron después de la ascensión del Mesías y en el momento de Pentecostés. Está relacionado con la predicación del mensaje del Evangelio: dándole a las personas la oportunidad de encontrar el perdón de sus pecados y ser bienvenidos al Reino de Di-s.
v18: Hijitos: Individuos que son jóvenes en su fe, pero que tienen la capacidad de entender que son siervos de Di-s. Saben que han sido llamados a honrar al Di-s viviente mediante un comportamiento recto y sometiéndose a la autoridad de Di-s. También están comprometidos con los propósitos de Di-s.
El último tiempo: Este es otro término que se refiere a los últimos tiempos o últimos días. Juan dijo esto hace casi 2,000 años, por lo que esta hora final se refiere al tiempo en que el Evangelio estará disponible para todas las personas.
Anticristo: Anti – significa contrario a. El anticristo está en contra del Mesías. Aunque puede que no esté físicamente aquí todavía, su espíritu ha estado trabajando en este mundo durante mucho tiempo. Él está en oposición a la voluntad de Di-s y en oposición a la proclamación de la maravillosa promesa de Di-s: el perdón de nuestros pecados a través de la sangre del Mesías Yeshúa.
Viene: Esto está escrito en tiempo pasivo, lo que significa que va a haber algo que lo traerá a la existencia (2 Tesalonicenses 2:3-8).
Han surgido muchos anticristos: Muchos anticristos han surgido en el escenario mundial en el pasado. Están aquí ahora y continuarán estando presentes con nosotros en el futuro, hasta que el último sea derrotado en la segunda venida de Yeshúa. Estos anticristos, que surgen antes de ese Anticristo final, son individuos que operan, se comportan, piensan, enseñan y se mueven en el mismo espíritu blasfemo de ese Anticristo final. Todos tienen el mismo propósito: todos están en oposición, en rebelión, al evangelio y a la voluntad de Di-s. Ejemplos de esta rebelión en nuestra cultura actual incluyen personas que eligen su propio género, diciendo que el matrimonio puede ser entre personas del mismo sexo, etc.
v19: Nosotros: Verdaderos creyentes o verdaderos discípulos de Yeshúa.
No eran de nosotros: La implicación es que nunca fueron de nosotros. El que ellos estuvieran con nosotros tenía sus raíces en una mentira, en un engaño. No eran verdaderos creyentes. Eran falsos. No estaban comprometidos con el evangelio, y nunca lo recibieron verdaderamente (Romanos 10:9-10).
v20: Pero: Juan muestra una distinción, contraste entre aquellos que son verdaderos creyentes y aquellos que no lo son. ¿Cuál es esta diferencia? El Espíritu Santo morando (o no morando, en el caso de los incrédulos) en nuestras vidas.
Unción: El que tiene el Espíritu ha nacido de nuevo. El que no tiene el Espíritu nunca ha nacido de nuevo (nunca ha sido salvo). No es que pierdan su salvación; para empezar, nunca la tuvieron.
Del Santo: Mesías
(Tú) conocéis todas las cosas: Todo lo que necesitamos saber viene a través de la unción del Espíritu Santo. A través de Él tenemos acceso a la verdad y al conocimiento de Di-s, para que podamos ejercer el discernimiento y caminar obedientes en la verdad (Juan 16:13-15).
v21: Porque la conocéis: Quien tiene la unción del Espíritu Santo conoce la verdad. Esta verdad no es de este mundo sino de Di-s y viene a través de la revelación. Esta verdad siempre se basa en la Palabra de Di-s.
Ninguna mentira procede de la verdad: aquí tenemos una dicotomía. Hay verdad y todo lo demás es falso. Si no es parte de la verdad, es falso. No existe tal cosa como “mi verdad” o “tu verdad”. Si no abrazamos la verdad de Di-s, entonces estamos abrazando una mentira. No hay una posición intermedia. Si no es luz, entonces es oscuridad. Si no es bueno, entonces es malo. Si no es LA verdad, entonces es mentira.
v22: ¿Quién es el mentiroso? Sabemos que el verdadero es el Mesías Yeshúa (Juan 14:6). El mentiroso, por lo tanto, es el que está en contra de él, es decir, el anticristo y los que le pertenecen.
El que niega que Yeshúa es el Mesías: Este es el mentiroso. Cuando las personas niegan que Yeshúa es el Mesías, no han recibido la verdad y están viviendo en el engaño o la falsedad. La verdad comienza con una confesión y creencia de que Yeshúa de Nazaret es el Mesías (Romanos 10:9-10). Ese último anticristo va a negar que Yeshúa es el Mesías.
Niega al Padre y al Hijo: Cualquiera que niegue que Di-s es el Padre de Yeshúa va a estar de acuerdo con el anticristo. Van a abrazar al anticristo
y seguirlo.
v23: Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre: Si negamos al Hijo de Di-s (Yeshúa) entonces no podemos tener ninguna relación con el Padre. La única forma en que podemos tener una relación con Di-s es a través de Su Hijo.
El que confiesa al Hijo: Confiesa que Yeshúa es el Hijo de Di-s.
Los grandes líderes, como el apóstol Juan, se preocupan mucho por aquellos a quienes están dirigiendo o discipulando (aquellos sobre los que tienen influencia o sienten una gran responsabilidad). Las instrucciones que Juan escribió aquí son muy significativas. Nos enseñan a caminar en obediencia, viviendo nuestra fe de manera práctica.
v12: Hijitos: género neutral, es decir, ya sea masculino o femenino. Es una palabra que muestra cariño, que nos revela que Juan tenía una relación especial con las personas que dirigía. Juan tomó estas relaciones muy en serio, dándose cuenta de que él era responsable de guiar a la gente apropiadamente para que fueran edificados y capaces de crecer en madurez espiritual.
El contexto de este versículo nos revela que Juan está escribiendo a todos los creyentes, jóvenes y viejos, maduros e inmaduros en su fe.
Vuestros pecados (todos nuestros pecados) os han sido perdonados: Esto es algo que todos los creyentes tienen en común. Solo a través de la obra de Yeshúa todos encontramos justificación.
Por Su nombre: Hechos 4:12. El nombre de Yeshúa (Jesús) habla de salvación (Mateo 1:21). Si somos miembros de la familia de Di-s, nuestros pecados han sido perdonados a través o por medio de Su nombre.
v13: Padres: Juan está hablando a aquellos que son más maduros en la fe.
Porque conocéis: Escrito en tiempo perfecto. Esto significa que lo conocieron en el pasado (por un período de tiempo), lo conocen ahora y lo seguirán conociendo en el futuro.
Él (entendido): Literalmente ‘el Único’, es decir, Juan se está refiriendo a Yeshúa.
Jóvenes: jóvenes adultos. Han estado en la fe por un tiempo, y son fuertes en ella.
Vencido: La implicación es que están viviendo, caminando y comportándose, una vida victoriosa.
El maligno: Esto podría ser una referencia al diablo, o podría estar hablando del mal en general.
Hijitos: La palabra que se usa aquí se refiere a un niño que es un adolescente joven, es decir, no un bebé recién nacido. Es una palabra que implica que este hijo o hija está en una posición de servicio: se encuentran fieles. Esta es la misma palabra que se encuentra en Hechos 3:26 y Hechos 4:27 (ver biblehub.com o blueletterbible.org). La misma palabra usada aquí (y traducida como ‘hijitos’) se usa en estos versículos en Hechos para hablar de Yeshúa. En Hechos esta misma palabra se traduce como ‘siervo’. Yeshúa es llamado el siervo de Di-s. Él era alguien que era obediente y fiel. Él trajo honor al nombre de Su Padre.
El Padre: Esto puede significar Di-s Padre, pero muchas veces ‘Padre’ tiene que ver con autoridad o provisión. Saben que Di-s es el Proveedor, lo miran y muestran su dependencia de Él.
v14: Os he escrito: Aquí vemos un ligero cambio. Juan ha cambiado el tiempo de la palabra ‘escribir’ (‘he escrito’).
Desde el principio: Uno de los sellos distintivos de los escritos de Juan (Juan 1:1-2). Esto nos da una pista de que Juan probablemente fue el autor de estas epístolas.
Jóvenes: Juan dice algo ligeramente diferente acerca de ellos en este versículo. En el versículo 13 los había elogiado por haber vencido al mal. Estos jóvenes están viviendo vidas victoriosas.
La Palabra de Di-s permanece en vosotros: Es por el hecho de que la Palabra de Di-s permanece en estos jóvenes que son fuertes. Están comprometidos con la Palabra de Di-s. Si queremos ser fuertes, también debemos permanecer en la Palabra.
Habéis vencido: Cuando somos fuertes en la Palabra (la verdad de Di-s) somos capaces de vencer el mal y vivir vidas victoriosas. Esto significa que vivimos vidas que agradan a Di-s, vidas que se someten a Él y llevan a cabo Su voluntad.
Maligno o Maldad: Aquellas cosas que no son la voluntad de Di-s para nuestras vidas – cosas inmorales, impías, injustas.
v15: No améis al mundo: Este es un mandamiento. El Nuevo Testamento está lleno de mandamientos, diciéndonos qué hacer y qué no hacer. Aquellas cosas que no debemos hacer son incompatibles con nuestra fe.
Améis: El amor es una palabra de compromiso, una palabra de entrega. No debemos entregarnos al mundo.
Si alguno: Una palabra no específica que es de gran alcance para todas las personas.
El amor del Padre no está en él: Cuando no estamos caminando en el amor del Padre no vamos a experimentar el amor del Padre. Cuando no estamos en Su amor, no vamos a ver las cosas desde Su perspectiva, ni nos interesaremos en Sus propósitos. Cuando comenzamos a amar las cosas de este mundo, comenzamos una espiral descendente, en lugar de cumplir con el llamado ascendente de la voluntad de Di-s al que hemos sido llamados (Filipenses 3:14). Cuando amamos las cosas de este mundo, no vamos a experimentar la provisión del Padre, no vamos a recibir las cosas que necesitamos para servirle.
v16: Todo: Una palabra inclusiva que significa ‘todo’.
Deseos de la carne: Esto es contrario a la obra del Espíritu.
Deseos del ojo: Esta persona se va a dejar llevar por lo que ve. Cuando somos guiados por lo que vemos, seremos fácilmente manipulados por el enemigo (por ejemplo, Sansón) y nos alejaremos más y más de los propósitos de Di-s.
La vanagloria de la vida: Esta persona es ostentosa, lo que significa que le gusta llamar la atención sobre sí mismo, sobre sus posesiones, etc. Este comportamiento no es apropiado para un creyente.
Padre: Di-s. Di-s no nos da el deseo de exaltarnos a nosotros mismos, logrando y adquiriendo cosas para mostrárselas a los demás.
v17: Sus deseos…: Todos los deseos que una persona tiene por el mundo se van a gastar. Así como los deseos de las personas comienzan a cambiar a medida que se acercan a la muerte, cuando el juicio de Di-s comience a manifestarse y comience a acercarse, las personas comenzarán a tener un gran cambio en sus deseos. Ya no van a desear las cosas de este mundo, sino las cosas del Reino de Di-s, pero para muchos de ellos será demasiado tarde.
Pero: Una importante palabra de contraste.
El que hace…: Una palabra de acción, pero también una palabra descriptiva. Di-s conoce nuestras obras.
La voluntad de Di-s: Necesitamos meditar, enfocarnos y construir nuestras vidas sobre la voluntad de Di-s. Si no sabemos, y si no estamos comprometidos con la voluntad de Di-s, nuestro futuro será miserable (Eclesiastés 12:13-14). Los mandamientos de Di-s nos revelan la voluntad de Di-s.
Permanece: se mantiene. Continúa en la eternidad.
Siempre. La persona que hace la voluntad de Di-s tiene vida para siempre, vida eterna.
Leeremos una pequeña porción mañana: 1 Juan 2:18-23
v1: Hijitos míos: Esto habla de una relación familiar. Juan está escribiendo a personas a las que considera familiares cercanos, personas a las que ama mucho y por las que se preocupa. Él solo quiere el bien para las personas que está liderando.
No que no pequéis: Así es como Di-s espera que se comporten los creyentes. Debería ser nuestro comportamiento normal. Aquellos que han sido traídos a la familia de Di-s no deben pecar.
Si alguno hubiere pecado: Ser un verdadero creyente no significa que vivimos una vida perfecta y nunca pecamos. Hay momentos en que sí pecamos. Sin embargo, el pecado no debe caracterizar nuestras vidas. El pecado en nuestras vidas debería ser la excepción y no la norma.
Nosotros (entendido en la gramática española): Creyentes; aquellos que están en una nueva relación de pacto con Di-s.
Abogado: Palabra que se refiere a un abogado; alguien que nos representa en un tribunal de justicia.
Mesías Yeshúa (Jesucristo): Él es nuestro Abogado Defensor, pero también es el Juez (Juan 5:22). Debido a esto, podemos tener la confianza de que nuestros pecados han sido perdonados. Si pecáremos, tenemos un Abogado Justo que nos defenderá ante el Padre.
Yeshúa… el justo: De la misma manera que nuestra pecaminosidad fue puesta sobre Él, Su justicia fue puesta sobre nosotros. Su justicia nos ha sido imputada.
v2: Propiciación: La expiación cubre nuestros pecados, pero no los quita -todavía están allí, y el juicio permanece en la ecuación. La propiciación, por otro lado, es mejor que la expiación. Es un tipo de redención. ¡Significa que nuestros pecados no son cubiertos (como con la expiación) sino que son borrados, aniquilados, destruidos! ¡Esto significa que ya no hay ningún pecado que se nos pueda imputar!
Los (pecados) de todo el mundo: La muerte del Mesías no es una expiación limitada. Algunas personas enseñan que Él solo murió por los elegidos. Esta es una enseñanza falsa. Lo que Él hizo en la cruz fue una obra de redención, una redención que fue completa y no limitada de ninguna manera (Juan 3:16). El único criterio para recibir esta redención es confesar que el Mesías Yeshúa es el Señ-r y creer que el Padre lo resucitó de entre los muertos (Romanos 10:9-10).
v3: Sabemos (conocemos) que nosotros le conocemos: Esta palabra para conocer algo se repite. También está escrito en tiempo perfecto. Esto significa que lo hemos conocido en el pasado, lo conocemos hoy y ese conocimiento continuará en el futuro.
Si guardamos Sus mandamientos: Hay evidencia, un testimonio, cuando uno conoce al Mesías. Aquellos que conocen al Mesías van a querer guardar Sus instrucciones, Su revelación para nosotros. En otras palabras, como una nueva creación (2 Corintios 5:17) nuestro deseo es obedecerle guardando Sus mandamientos.
v4: “Yo le conozco”: Escrito en tiempo perfecto. Esto significa que afirman que lo conocieron en el pasado, lo conocen ahora y lo conocerán para siempre.
No guarda: Este no tiene ningún deseo de guardar los mandamientos. Él no está interesado en ellos y no está comprometido a mantenerlos.
La verdad no está en él: Hay una conexión entre recibir la verdad y esa verdad dándonos el deseo de obedecer. Si no queremos obedecer los mandamientos de Di-s, entonces no podemos decir que lo conocemos. La verdad de Di-s produce un cambio piadoso en nuestras vidas. Ese cambio se hace evidente a través de nuestra obediencia a los mandamientos (arraigados en la Torá, Ley) de Di-s.
v5: El amor de Di-s se ha perfeccionado en él: Esto significa que el amor de Di-s obra y lleva a cabo Sus deseos para esa persona que guarda Su Palabra. El amor y los mandamientos (Palabra) de Di-s trabajan de la mano (Juan 14:15). Los mayores mandamientos tienen que ver con el amor (Lucas 10:27, Gálatas 5:14).
Por esto sabemos que estamos en Ell: El amor de Di-s siendo perfeccionado en nuestras vidas, y la evidencia de que estamos obedeciendo sus instrucciones, confirma el hecho de que estamos en él. Revela la realidad de nuestra relación con el Di-s Viviente a través del Mesías.
v6: En Él: es decir, Él dice que tiene una relación de pacto con el Mesías. Él dice que está, vive, permanece en el Mesías.
Él: Refiriéndose al Mesías.
Andar como El anduvo: Tiene que haber una similitud, una continuidad, entre cómo vivió Yeshúa y cómo debemos vivir nosotros. Necesitamos imitar cómo vivió cuando estaba en la carne, cumpliendo la ley y evitando el pecado.
Andar: El estilo de vida es importante. No somos salvos por nuestra obediencia o estilo de vida, pero una vez que somos salvos, la forma en que vivimos demostrará nuestra relación con Él, ya sea que estemos en Él o no.
v7: Hermanos: Esto incluye hombres y mujeres.
No os escribo mandamiento nuevo: Aquellos que enseñan que debemos desligarnos de los mandamientos del Antiguo Testamento están enseñando una doctrina falsa.
El principio: Desde que comenzó la revelación de Di-s al hombre (en la creación del hombre).
La Palabra: Esta revelación
El principio: Juan, en esta epístola, lo ha repetido y por lo tanto ha puesto énfasis en “El principio”. El principio habla de la revelación de Di-s al hombre, una revelación de Su propósito. Antes de la predicación del Evangelio, incluso antes del ministerio terrenal del Mesías, el objetivo de Di-s ya había sido claramente revelado.
v8: Un mandamiento nuevo: Juan nos acaba de decir (v7) que no está escribiendo sobre un mandamiento nuevo sino sobre uno antiguo, uno que existe desde el principio de los tiempos conocidos. Este versículo no está en conflicto con el versículo 7. La intención de Juan en este versículo es revelarnos que es solo a través del ministerio del Mesías Yeshúa que los mandamientos antiguos pueden volverse nuevos. Es solo a través de ser una nueva creación en el Mesías, teniendo Su Espíritu Santo morando en nosotros, que las leyes antiguas pueden convertirse en realidades del Nuevo Pacto. Los que andan en el Espíritu tienen el poder, el potencial, para cumplir la justicia de la ley (Romanos 8:4).
Verdadero en Él: Solo cuando estamos en Él tenemos el potencial de tomar los mandamientos del Antiguo Testamento y aplicarlos, bajo la dirección del Espíritu Santo, para convertirlos en aquello que puede manifestar (a través de nuestro comportamiento) la justicia. del Reino de Di-s.
La luz verdadera ya alumbra: Por la salvación y por la recepción del Espíritu Santo ya brilla, a través de nuestro comportamiento, en nuestra vida.
v9: En tinieblas: No ha habido ningún cambio en él.
v10: Luz: La luz trajo orden y cambio a la creación. Si no aceptamos y aplicamos la luz de Di-s (revelación, iluminación) en nuestras vidas, continuaremos viviendo en una obscuridad desordenada. Solo hay dos posibilidades: o vamos a caminar en la luz (siendo guiados por la verdad de Di-s y sumisos a todas Sus instrucciones) o vamos a tropezar en la oscuridad.
No hay tropiezo: El que ama a su hermano y permanece en la luz no tiene nada ofensivo ni escandaloso apegado a él. Él no es piedra de tropiezo ni motivo de ofensa para otros.
v11: Pero: En contraste con el que ama a su prójimo.
Aborrece a su hermano: El antiguo mandamiento hablaba de amar a nuestro prójimo (Levítico 19:18). Juan cambia la palabra ‘prójimo’ por la palabra ‘hermano’. Esta es simplemente una forma diferente de decir lo mismo. Juan añade una dimensión más personal al mandamiento.
En tinieblas: Esto significa que él no está utilizando la verdad o aferrándose a la revelación de Di-s. No está actuando a la luz del mensaje que nos ha sido revelado.
No sabe adónde va: La oscuridad lleva a la confusión (física, emocional y espiritualmente).