Estudio Bíblico, Apocalipsis No. 7

Pasamos a Apocalipsis 2:5-7

v5: Recuerden: Di-s quería que recordaran que habían estado perdidos y sin esperanza. Mediante la redención (la sangre de Jesús), Di-s había obrado un cambio increíble en sus vidas. Habían olvidado que sus vidas habían estado vacías y sin esperanza antes/sin Yeshúa.

• Arrepentirse: En hebreo, esta palabra significa cambiar de rumbo. Iban por su propio camino. Necesitaban dar un giro y empezar a andar en el camino de Di-s. En griego (lengua en la que se escribió el libro del Apocalipsis), esta palabra se asocia con el conocimiento. Tras recibir conocimiento, Di-s quería que esta congregación respondiera a la verdad.
• Hagan las primeras obras: Di-s quería que comenzaran a comportarse nuevamente como lo hicieron cuando llegaron a la fe por primera vez: cuando respondieron a Di-s (y a los demás) por amor en lugar de por un sentido del deber.
• Quita tu candelero de su lugar: El propósito del candelero (la iglesia) es la manifestación de la luz. Estamos llamados a manifestar la gloria de Di-s, la luz de Di-s, a este mundo (Mateo 5:14-16). Si no cumplimos este propósito (es decir, ser luz), Di-s nos quita de nuestra posición de influencia. Nos rebaja, por así decirlo, ya que nos rebelamos contra Él y hacemos más mal que bien.
• Arrepentirse: Repetido, por lo tanto, enfatizado. Cuando la convicción de Di-s recae sobre un creyente, cuando vemos que algo en nuestra vida no anda bien, debemos arrepentirnos rápidamente. La falta de voluntad para arrepentirse es señal de que una persona no es creyente.

v6: Nicolaítas: Esta palabra se compone de dos semanas griegas. La primera significa “conquistar” (de ahí, por cierto, el término “Nike”, el nombre de la marca de zapatillas). La segunda significa “pueblo”. Los nicolaítas eran personas que amaban gobernar y dominar a los demás. Odiaban la autoridad (a menos que fueran ellos quienes la ejercían) y se negaban a someterse a ella. No edificaban ni edificaban a los demás, sino que se deleitaban en oprimirlos.

v7: El que tiene oído: Se refiere a un oído espiritual. Cuando somos salvos, el Espíritu Santo comienza a morar en nosotros. La capacidad de oír y escuchar al Espíritu Santo (su sabiduría, perspicacia, consejo y convicción) es un resultado de la salvación: ser una nueva creación.

• Iglesias: Esto está escrito en plural. La hermenéutica correcta nos dice que este mensaje es aplicable a las siete congregaciones, no solo a la de Éfeso. Esto también invalida la interpretación de que cada mensaje se refiere a un período histórico específico. Este mensaje ha sido aplicable a todas las iglesias a lo largo de los últimos 2000 años; aún puede ser tomado en serio y aplicado en nuestras iglesias hoy.
• El Árbol de la Vida: En el Jardín del Edén había dos árboles principales, separados de todos los demás: el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y el Árbol de la Vida (Génesis 2:8-9, 15-17). A Adán se le permitió comer del Árbol de la Vida; sin embargo, en rebeldía, eligió comer del único árbol que Di-s les había prohibido. Adán fue excluido del jardín del Edén para que ya no tuviera acceso al Árbol de la Vida, el cual, si hubiera comido de él, le habría dado vida eterna (Génesis 2:22-24). Hoy, por medio de Yeshúa (quien fue clavado a un madero para nuestra salvación), podemos tener vida eterna (Juan 3:16).
• En medio del Paraíso de Di-s: Véase Isaías 51:3. Juan tomó la profecía del Antiguo Testamento (Isaías, en este versículo, aludió al huerto del Señ-r) y, viéndola desde la perspectiva del Nuevo Testamento, modificó ligeramente lo dicho para que pudiéramos recibir mayor revelación. No regresamos a una experiencia meramente edénica (donde la presencia de Di-s era temporal – Génesis 3:8) en el Reino de los Cielos. Anhelamos un nuevo y mejorado Huerto, un lugar donde la eterna presencia de Di-s Padre mora con el hombre.