¡Shabbat Shalom! Parashá Shoftim

La lectura de la Torá de esta semana es Parashá Shoftim. Los versículos provienen de Deuteronomio 16:18-21:9. Aquí hay un breve comentario de Baruch:

Parashá Shoftim


En la porción de la Torá de esta semana hay muchas instrucciones sobre el liderazgo. De hecho, en el capítulo 17 hay una discusión sobre el establecimiento de un rey para la nación de Israel. En última instancia, este mandamiento será cumplido por el Mesías, el Rey final de Israel. El rabino Moisés Maimónides, conocido como el Rambam, escribió una extensa obra llamada La Torá de Mishneh, que sistematiza la ley judía. En la sección que trata del liderazgo, que también llamó Shoftim, discute las leyes relacionadas con los reyes de Israel y el Mesías. En esta sección el Rambam afirma,

“… y todas estas cosas de Yeshúa el que guardó (a Sí mismo) y de este ismaelita (Mahoma) que estaba detrás de él, eran sólo para enderezar el camino para el Rey Mesías; y reparar el mundo, todo, para adorar juntos al Señ-r”. La Tora de Mishneh, sección “Shoftim, Halachot M’lahkim, capítulo 11 y párrafo 4.

Rabino Maimónides, como tantos otros, creía que el judaísmo, el cristianismo, y el islam todos adoran el mismo Di-s. Este no es el caso; más bien es una falsedad que prevalece hoy en día y que va en aumento. Si bien es cierto que estas tres religiones son monoteístas, sólo aquellos que aceptan tanto la Biblia hebrea (Antiguo Testamento) como el Nuevo Testamento como la Palabra inerrante de Di-s tienen una revelación del Único y Verdadero Di-s. El judaísmo identifica al verdadero Di-s por medio de la Biblia hebrea, sin embargo, no lo adora. Esto se debe aque uno lee en el Nuevo Testamento:

“Para que todos honren al Hijo (Yeshúa) así como honran al Padre, el que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió”. Juan 5:23

Algunos han enseñado incorrectamente que, si uno adora al Padre, entonces por defecto también está adorando al Hijo, porque el Padre y el Hijo son Uno. Esto no es correcto. Juan enseñó claramente que sólo cuando uno adora al Hijo (Yeshúa) adora al Padre.

“Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre, el que confiesa el Hijo también tiene al Padre”. I Juan 2:23

Estos son sólo algunos de los versículos que revelan que el único camino hacia el Único y Verdadero Di-s viviente es por medio de una fe en Yeshúa basada en la Biblia.

El judaísmo tiene verdad en la Biblia hebrea, pero debido a su rechazo de Yeshúa como Mesías (el Hijo de Di-s), el judaísmo no proporciona a sus seguidores los medios para adorar y conocer personalmente al Di-s de Israel, ni proporciona una manera de encontrar la redención eterna. Debido a que el judaísmo le ha añadido a la revelación de Di-s con la aceptación del Talmud y otras obras del hombre como autoritativas, el judaísmo se ha alejado de la revelación de Di-s y ha distorsionado el mensaje de la Biblia hebrea a sus seguidores.

El islam, aunque toma prestado de la Biblia, también distorsiona la revelación de las Escrituras en un grado mucho mayor y, por lo tanto, no ofrece a sus seguidores revelación en absoluto. Por lo tanto, al igual que el judaísmo, no hay salvación disponible para el que se adhiere al Islam. Un problema adicional para el islam es que el dios que el islam ofrece, Alá, NO ES EL MISMO DI-S que el Antiguo y Nuevo Testamento revelan. El dios musulmán es un dios completamente diferente y es simplemente la creación de la mente depravada del hombre. Por lo tanto, es incorrecto que uno afirme, como lo hacen algunos que trabajan con musulmanes, que Jesús es el hijo de Alá o que use la frase árabe “enshallah” que significa si Di-s quiere. El uso de tal frase asume que el dios falso islámico es el verdadero Di-s y transmite erróneamente a los musulmanes que usted es un seguidor de Alá, en lugar del Di-s de Israel, el Padre de nuestro Señ-r y Salvador Mesías Yeshúa. Tal uso de esta expresión es ofensivo para Di-s el Padre, Di-s el Hijo, y Di-s el Espíritu Santo.

¡Shabbat Shalom! Parashá Re’eh

La lectura de la Torá de esta semana es de Deuteronomio 11:26-16:17. Se llama Parashá Re’eh. Aquí hay un breve comentario de Baruch:

Parashá Re’eh

Hace poco estuve en Jerusalén y vi una pegatina en el parachoques que decía: “Piensa bien y será bueno”, supongo que una referencia al poder del pensamiento positivo. Cada vez más escucho a los maestros rabínicos decir que lo negativo ha sido abolido para Israel y que solo lo bueno va a venir. Un ejemplo: los últimos días.  Si uno lee Jeremías 30:7, “Qué horrible, porque grande es ese día, no hay nada como este, y un tiempo de angustia es este para Jacob, y (pero) de él será salvo.” Este versículo enseña claramente como tantas otras profecías que habrá un período de tiempo muy difícil (el más difícil) para el pueblo judío antes del regreso del Mesías para establecer Su Reino. A pesar de que esto debe suceder, los líderes están diciendo que este tiempo para nuestro pueblo ha sido cancelado o cumplido en el holocausto.

Por mucho que me gustaría que este fuera el caso, no hay evidencia bíblica que apoye este punto de vista. En ninguna parte de la Biblia dice que HaShem cancelará el período de tiempo de aflicción que caerá sobre Israel y el pueblo judío inmediatamente antes de la venida del Mesías. ¿Por qué vendrá esta aflicción? La respuesta es porque Di-s es fiel. Uno lee en la porción de la Torá de esta semana,

“Mira, estoy poniendo delante de ti hoy la bendición y la maldición. La bendición: que obedezcas los mandamientos de HaShem tu Di-s, que te estoy mandando este día. Y la maldición si no obedeces los mandamientos de HaShem tu Di-s y te apartas del camino que estoy mandando este día a caminar tras otros dioses que no conocías.” Deut. 11:26-28

Por lo tanto, Di-s no sólo cancelará lo malo (la maldición) cuando uno lo desobedezca; más bien, debido a Su fidelidad a Su palabra, el que rechaza Su palabra cosechará las consecuencias. Uno necesita entender que la maldición es necesaria para llevar a la persona desobediente al arrepentimiento.

No soy un profeta, pero esto debería quedar claro para todos. El judaísmo se ha convertido cada vez más, en los últimos dos mil años, en una religión basada en las enseñanzas, pensamientos y opiniones del hombre en lugar de en las Escrituras. Cada día escucho varias conferencias rabínicas, sobre todo en una estación de cable llamada “Hidabrut”. Rara vez alguno de los maestros comparte un mensaje basado en un estudio versículo por versículo de un texto bíblico.

Cuando se citan las Escrituras, la interpretación suele ser una visión mística muy alejada del contexto. Pero hay excepciones. Hace dos días escuché a un joven rabino hablar sobre los últimos días de Daniel capítulo 2. Habló correctamente de la gran imagen que se establecerá como refiriéndose a un imperio malvado que surgirá en los últimos días que gobernará el mundo y desafiará las enseñanzas de Di-s y perseguirá severamente al pueblo judío. Entonces preguntó cuál es nuestra esperanza. Luego citó de Daniel 2:34,

Mientras observabas una piedra tallada sin manos golpeó la estatua…

Fue esta piedra la que Daniel continúa informando al lector que destruyó la imagen (imperio del mal). Correctamente el rabino dijo que esta piedra es el Mesías que vendrá en los últimos días y librará a Israel y al pueblo judío de todas las naciones (imperio) que vendrán contra nosotros.

La Escritura es muy clara acerca de lo que el futuro espera para Israel, lo bueno y lo malo (la bendición y la maldición). Di-s no simplemente cancelará la maldición. Hacerlo eliminaría el corazón mismo de lo que revelan los versículos iniciales de nuestro parashá: que el hombre tiene libre albedrío y debe ejercer este libre albedrío a la luz de la verdad de las Escrituras. La maldición viene, pero uno puede evitarla no porque haya sido cancelada, sino porque el Mesías la ha tomado sobre Sí Mismo, para que por gracia pudiéramos ser salvos.

¡Shabbat Shalom! Parashá Eikev

La lectura de la Torá de esta semana es Parashá Eikev. Esta lectura cubre Deuteronomio 7:12-11:25. A continuación, un breve comentario de Baruch:

Parashá Eikev

En la porción de la Torá de esta semana uno aprende una lección muy importante sobre el mérito. El mérito puede definirse simplemente como el resultado de algo que se gana. Espiritualmente hablando, el mérito puede ser transferido a otro. Esto es ciertamente cierto con el mensaje del Evangelio; Yeshúa, el Mesías, ganó el perdón de los pecados en nombre del mundo. En Deuteronomio capítulo 10 hay un verso que habla sobre el mérito.

“Solamente de tus padres se agradó HaShem para amarlos, y (Él) escogió su simiente después de ellos; a vosotros, de entre todos los pueblos, como este día.” Deuteronomio 10:15

Este versículo revela que Di-s, debido a los Patriarcas, escogió a Israel de entre todos los demás pueblos para ser usado en este mundo como Su recipiente especial. Abraham, Isaac y Jacob respondieron con fe para ser usados por HaShem para traer bendición sobre la humanidad. Ellos fueron fieles a este llamado y a su vez este mismo llamado fue puesto sobre el pueblo judío. Este llamado no se trataba de exaltar el judaísmo, sino de piedad; manifestando Su gloria para que todos los pueblos pudieran responder en el mismo tipo de fe.

En este pasaje, inmediatamente después de afirmar el llamado de Israel, lo primero que se menciona es la circuncisión. La circuncisión debe entenderse como la muerte de la carne. En otras palabras, si Israel (o incluso, todas las personas) va a lograr los propósitos de Di-s, entonces la primera lección que Israel debe aprender es que uno no puede servir a HaShem en la carne. Es muy significativo que cuando la circuncisión se menciona en el versículo 16 se refiere a la circuncisión del corazón. Este hecho revela que servir a Di-s es un asunto espiritual.

La mayoría de la gente, incluyendo el Israel histórico, olvidan un aspecto muy importante de por qué HaShem llama a uno a servirle a Él. Hace poco enseñé sobre este pasaje y al hacer esta pregunta uno respondió con la siguiente respuesta, “bendecir a los demás”. Si bien es cierto que el propósito de ser llamado al servicio es bendecir a los demás, este no es el aspecto importante que uno necesita recordar con respecto a este llamado. Es muy significativo que en el versículo 15 declara:  “HaShem se agradó para amarlos”. Di-s nos llama a servirle, no porque Él necesite nuestra ayuda o porque esta sea la única manera de que otros sean bendecidos. ¡Más bien, Él nos llama a servirle porque Él desea amarnos!

Es en servicio a nuestro al Señ-r (Yeshúa) que uno puede experimentar el gran amor de Di-s, que trae consigo un gran cambio en la vida del creyente y madura a éste para ser verdaderamente un instrumento de Di-s que manifiesta Su gloria y bendice a los demás.

¡Shabbat Shalom! Parashá Va’etjanan

La porción de la Torá de esta semana es Parashá Va’etjanan. Esta cubre el pasaje de Deuteronomio 3:23-7:11. Aquí hay un breve comentario de Baruch:

Parashá Va’etjanan

A principios de esta semana, observamos el ayuno del día 9 de Av. Este día conmemora la destrucción del primer y del segundo Templo. Es importante señalar que hay exactamente siete Shabbats entre este día y Yom Teruah (Fiesta de las Trompetas también conocido hoy día como Rosh HaShanah). En cada uno de los Shabbats, leemos un pasaje profético especial que trata sobre el confortamiento del Señ-r. Estos siete pasajes proféticos se llaman Sheva d’nehjamata (los siete de consolación).

En la lectura de la Torá, uno encuentra un versículo que parece ser inconsistente con las promesas de Di-s. Está claro en las Escrituras que HaShem ha hecho un pacto eterno con Israel. Por lo tanto, ¿cómo es posible que Él diga que si Israel sigue a otros dioses, Los destruirá de la faz de la tierra? No hay dificultad en reconciliar estos dos pasajes aparentemente contradictorios cuando uno los lee exactamente como fueron escritos.

Actualmente el texto dice:

“No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos: Porque el Di-s celoso, HaShem tu Di-s, en medio de ti esta, porque no infame el furor de HaShem tu Di-s contra ti, y Él te destruya de sobre la faz de la tierra.” Deuteronomio 6:14-15

En el primer versículo de este pasaje, versículo 14, HaShem está mandando al pueblo de una manera general. El pronombre “Vosotros” es plural, y por lo tanto esta prohibición es inclusiva para todo Israel. Sin embargo, en el segundo versículo, versículo 15, el pronombre es singular, lo que significa que este versículo debe aplicarse a cada individuo, y no a Israel en un sentido general. Las implicaciones de esto son muy significativas. El pacto de Di-s promete a Israel de que Israel perdurará y estará en el Reino, pero sólo de manera general. Es decir, no todos los individuos judíos realizarán estas promesas, pero habrá un remanente que ciertamente experimentará Su fidelidad. De manera similar, cuando HaShem afirma que él destruirá al adorador de ídolos, Él no está hablando a Israel colectivamente, sino individualmente. Esto significa que cada persona judía individual que elige abrazar a una falsa deidad sufrirá la consecuencia de esta acción, es decir, la destrucción eterna. Sin embargo, habrá una porción de Israel que no actuará de esta manera, y son estos individuos judíos los que serán los receptores de Sus promesas.

Un buen ejemplo que ilustra este principio es el Éxodo de Egipto. HaShem prometió traer a Israel a la Tierra Prometida. Sin embargo, todos los individuos, excepto dos, perecieron en el desierto. Sin embargo, Di-s sí trajo a Israel (la nueva generación) a la Tierra. Es muy importante que uno preste atención al lenguaje del texto y note los cambios en la Escritura. Cuando hay un cambio en el pasaje, incluso algo tan aparentemente insignificante como un cambio del plural al singular, esto puede tener grandes implicaciones.

¡Shabbat Shalom! Parashá Devarim

La porción de la Torá de esta semana se llama Devarim. Estamos comenzando el libro de Deuteronomio y los versículos son: Deuteronomio 1:1-3:22. A continuación, un breve comentario de Baruch:

Parashá Devarim

Este Shabbat comenzamos a leer el quinto y último libro de la Ley de Moisés. También es un Shabbat especial, ya que es el Shabbat que precede a Tisha B’Av (el noveno día del mes judío llamado Av). Tisha B’Av conmemora la destrucción del Primer y Segundo Templo. Aunque todavía estamos en las tres semanas de luto, desde el decimoséptimo de Tamuz hasta después de Tisha B’Av, quería centrar este artículo en algo positivo. Leemos este Shabbat,

“HaShem vuestro Di-s te os ha multiplicado, y he aquí soy hoy vosotros como las estrellas de los cielos en multitud.” Deuteronomio 1:10

Este versículo habla de la fidelidad de HaShem con respecto a Su pueblo. Uno necesita recordar que durante los cuarenta años en el desierto todas las personas excepto Josué y Caleb murieron. Sin embargo, según este versículo, el pueblo se había multiplicado en una gran abundancia. Normalmente, cuando uno lee acerca de la promesa de que Israel se convertirá en una gran nación, se dan dos descripciones.

“Bendiciendo te bendeciré y multiplicando te multiplicaré tu simiente como las estrellas en los cielos y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos.” Génesis 22:17

En el pasaje de Deuteronomio sólo se menciona la primera descripción. ¿Por qué es esto? La mayoría de los estudiosos entienden la porción relacionada con la arena en la orilla del mar como hablando de un gran número. Aunque las estrellas en los cielos también representan un número aún mayor, uno debe recordar lo que se dice acerca de las estrellas en Génesis 1:14,

“Y dijo Di-s: ‘Sean lumbreras en la expansión de los cielos (el firmamento) para apartar (hacer una distinción) el día y la noche: y sean para las señales, y para las estaciones (tiempos), y para días y años designados'”.

Bíblicamente hablando, el día y la noche también pueden referirse al bien y al mal. Las señales y los tiempos señalados tienen que ver con la revelación y la iluminación de Di-s. En otras palabras, a pesar del hecho de que los Hijos de Israel estaban en un lugar difícil, el desierto, todavía HaShem fue fiel para llevar a cabo Su palabra de multiplicar a Israel y prepararlos para ser una fuente de iluminación y revelación al mundo.

Encuentro mucho aliento en el hecho de que puedo estar en medio de una circunstancia difícil, tal vez incluso de mi propia creación, y Di-s continuará moviéndose en mi vida y me convertirá en la persona por la que Su Hijo murió para que yo pudiera llegar a serlo.

¡ÉL ES VERDADERAMENTE FIEL!