Estudio Bíblico de Hebreos No. 7

Comenzamos esta semana leyendo Hebreos 3:7-12

v7: Hay solo dos respuestas, y dos resultados posteriores, a la proclamación de la verdad / la revelación de Di-s:

1. Escuchar y obedecer (y ser tratado como miembro de Su familia).

2. Escuchar y rebelarse (y ser tratado como rebelde al final).

¿Cuándo es el momento de responder? ¡Hoy! (Santiago 4:13-14)

v8: La decisión de obedecer comienza en la fe. La fe no son obras obedientes; la fe es una confesión: “Creo y acepto esto”. La verdadera fe tiene poder para transformarnos y produce obediencia. Somos hechura suya: Él nos hará crecer y madurar porque nos ama. El Señ-r disciplina a los que ama. A través de Su fidelidad, Él nos hará crecer y obedecer.

v9: Me tentaron: Durante el tiempo en el desierto, el pueblo probó a Di-s. Lo probaron para experimentar quién era y cómo era realmente. Hicieron que Di-s demostrara Su fidelidad, que mostrara que Su Palabra era digna de confianza. La transgresión conducía al castigo. La obediencia llevó a la recompensa.

  • Me probaron: Di-s es fiel y se manifiesta a la gente. La Torá (Ley) no es un instrumento de salvación, pero sí contiene sabiduría y verdad para nosotros. Nos enseña lo que es justo y lo que es injusto. En la Torá, Di-s puso ante el pueblo bendiciones y maldiciones. Esto prueba a Di-s. ¿Por qué? Cuando el pueblo, en el desierto, transgredió los mandamientos, las maldiciones siguieron a su desobediencia. Por el contrario, cuando se sometieron a la Palabra de Di-s, las bendiciones siguieron a su obediencia. En ambas circunstancias la Palabra del Eterno fue probada y encontrada fiel y verdadera.
  • Vieron mis obras cuarenta años: Di-s les dio 40 años para probar Su fidelidad. Desafortunadamente, el grupo que salió de Egipto obstinadamente y con rebeldía se negó a aceptarlo. Escucharon Su voz y continuaron rebelándose. Todos, excepto dos, murieron en el desierto.

v10: Disgusté: Molesto, colérico.

  • No han conocido mis caminos: En Juan 14:6 Yeshúa dice que Él es el Camino, y nadie puede venir al Padre sino por Él. En Éxodo 33:12-13 Moisés está confundido. Conoce su tarea (traer a la gente a la tierra) pero no sabe a quién enviará Di-s con Él; en ese momento está solicitando al Mesías. Moisés creía que cuando el pueblo entrara en la tierra, el Reino iba a comenzar y necesitaba un rey. Como primer redentor buscaba al segundo. Sabía que Aquel que iba a establecer el Reino no era él mismo sino el Rey Mesías. Moisés preguntó a Di-s por qué no le mostraría a Aquel a quien iba a enviar. Le pidió a Di-s que le mostrara Su Camino. Los estudiosos del judaísmo entienden que se trata de una referencia al Mesías. Aquellos que erraron en el desierto, por no conocer el camino de Di-s, experimentaron Su ira. Asimismo, aquellos que no conocen al Mesías también lo harán. El tiempo de Israel en el desierto es un paradigma para entender la iglesia hoy. Si aprendemos el testimonio de lo que esa gente escuchó y cómo respondieron, podemos entender lo que Di-s espera de nosotros. Aprendemos de los testimonios del pasado para prepararnos para el presente, así como para el futuro.

v11: Juré: Di-s ha hecho un juramento, hizo una promesa que es vinculante para Sí mismo.

  • No entrarán en mi reposo: Aquí vemos otro paradigma. Entrando en la Tierra Prometida es patrón para nosotros de entrar en el Reino. No conocer los caminos de Di-s impidió que la gente entrara a la Tierra Prometida. No saber y aceptar que el Mesías es el Único Camino impedirá que la gente entre al Reino. Aquellos que rechazan al Mesías no encontrarán descanso, sino que serán recipientes de Su ira.

v12: Mirad:Esta misma palabra fue usada por Mesías, en los Evangelios, con respecto a los últimos días. Significa ser alfabetizado proféticamente. Tenemos que ser capaces de discernir lo que está pasando en este mundo para que podamos responder adecuadamente. Necesitamos saber interpretar los tiempos que estamos viviendo (Lucas 12:54-56). Todo lo que Di-s hace, Él lo revela primero a Sus profetas (Amós 3:7). Por nosotros mismos no podremos discernir la cercanía del regreso del Mesías. Si tenemos perspicacia profética y ‘velamos’, como nos advirtió el Mesías, seremos un pueblo preparado para Él y para lo que Él va a realizar.

  • Hermanos: Esta es una advertencia para los creyentes.Las personas que afirman conocer a Di-s deben asegurarse de tener una relación de pacto con Él.
  • Corazón malo de incredulidad: El corazón, en las Escrituras, es el asiento de nuestros pensamientos y emociones (Proverbios 23:7). Es en nuestros corazones donde planeamos nuestro rumbo (Proverbios 16:9). Necesitamos tener corazones redimidos por la sangre del Mesías (circuncidados, un corazón que opera en el Espíritu y no en la carne – Deuteronomio 30:6). Cuando no ejercitamos la fe y no creemos en la Palabra de Di-s, nuestros corazones son malvados: no desean hacer la voluntad de Di-s. En la congregación que salió de Egipto había mucha gente, rebeldes, que no tenían fe y se fueron por razones equivocadas. No estaban interesados en ser siervos de Di-s. No fueron al desierto para adorar a Di-s (para recibir Su instrucción y aplicarla a sus vidas). Amaban Egipto (anhelando constantemente la buena comida que habían comido allí) pero querían escapar de la aflicción que habían experimentado allí. Después de su ‘bautismo’ en el Mar Rojo, no salieron como un pueblo nuevo. Al igual que esta congregación, puede haber algunos entre nosotros que no hayan hecho un compromiso real y sincero con Di-s. Estos son de quienes este versículo nos está advirtiendo.
  • Apartarse del Di-s Vivo: La palabra griega para apartarse es ἀποστῆναι. Significa alejarse o pararse de. Como sustantivo, esta palabra significa “apostasía”. Esto no está hablando de hacernos perder nuestra salvación. Aquellos con corazones incrédulos y malvados rápidamente se alejan de Di-s. Se apartan de la verdad porque han creído en un mensaje falso. Piensan que, si aceptan al Mesías, tendrán resueltos todos sus problemas. El mensaje, sin embargo, es este: cuando aceptamos al Mesías, Él perdona nuestros pecados para que podamos vivir con rectitud.

Nota: Cada vez que esta palabra aparece en el Nuevo Testamento habla de una partida, pero se habla de ella en un sentido negativo. En 2 Tesalonicenses 2:3 esta palabra se usa y es interpretada por muchos como relacionada con el arrebatamiento, rapto, nuestra bienaventurada esperanza. Partir aquí no habla del arrebatamiento, pero habla de un segmento dentro del pueblo de Di-s que se aparta de la verdad, se aparta de lo que es bueno y se dirige a lo que es malo, exactamente lo opuesto al arrebatamiento. Esta palabra también se puede encontrar en Hechos 21:21 donde se usa con respecto a una acusación falsa contra el apóstol Pablo, quien fue acusado de apartarse de la Ley de Moisés (ejemplo, enseñar herejía). En este pasaje la palabra apartarse también se usa negativamente.

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