
Parashá de la Torá: Jayei Sarah (Vida de Sarah)
Lectura de la Torá: Génesis 23:1-25:18
Lectura profética: 1 Reyes 1:1-31
Parashá Jayei Sarah
“La fe a veces requiere acción”
El parashá de esta semana, Sara muere y Abraham se da cuenta de que el pueblo de la promesa necesita una nueva matriarca. De manera similar, el pasaje profético habla de la muerte inminente del rey David y la necesidad de un nuevo rey. Aunque se había tomado la decisión de que Salomón, hijo de David y Betsabé, sería el próximo rey, Adoniyahu (Adonías) decidió tomar el trono. El profeta Natán y Betsabé conocían la verdadera voluntad de David, quien en ese momento era anciano, frágil y confinado a la cama. ¿Qué debían hacer Natán y Betsabé? Su respuesta es un buen ejemplo de que confiar en Di-s no significa esperar y no hacer nada, creyendo que Di-s mismo se encargará del problema. La fe a menudo significa responder y hacer lo que esté a nuestro alcance para resolver el problema.
Fue Natán quien, cuando oyó acerca del acaparamiento de poder por parte de Adoniyahu, fue y habló con Betsabé y la aconsejó sobre qué acciones tomar.
Natán habló a Betsabé y le dijo: «Ven, pues, ahora, y yo te aconsejaré y salvaré tu vida y la de tu hijo Salomón». 1 Reyes 1:11-12
Al leer el relato bíblico sobre este asunto, es evidente que Natán ideó un plan para convencer a David de que debía actuar para hacer cumplir su decisión previa sobre Salomón como heredero al trono. De hecho, Natán organizó una conversación entre David y Betsabé, en la que iría a interrumpir su encuentro con la noticia de que Adonías había ascendido al trono. Las acciones de Adonías contradecían la promesa que David acababa de confirmarle a Betsabé de que Salomón reinaría después de él. Ahora David se vería obligado a actuar para cumplir su palabra.
Me gusta este pasaje porque habla con fuerza a quienes dicen yo estoy confiando en Di-s, cuando en realidad son demasiado perezosos para actuar por sí mismos y defender lo que es correcto. Con demasiada frecuencia he visto prosperar el mal debido a una comprensión errónea de la espiritualidad.

