Una respuesta de Baruch:
Hemos recibido varias consultas sobre los acuerdos recientes entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, así como con Bahréin. Obviamente, estos acuerdos no tienen nada que ver con el pacto de Daniel 9. Lo que se registra acerca de este pacto de ninguna manera se relaciona con estos tratados / acuerdos actuales.
¿Qué debe sacar un creyente de esto? Para responder a esta pregunta, uno debe preguntarse: “¿Qué recibieron las dos naciones árabes y quizás otras naciones árabes en el futuro al hacer estos acuerdos?
Uno encontrará que cualquier nación árabe que reconozca a Israel diplomáticamente es una nación que se siente amenazada por Irán. En el caso de los Emiratos Árabes Unidos, una motivación importante fue la posibilidad de comprar el avión de combate F-35 de los EE. UU. Estos países árabes quieren estar en el lado bueno de los Estados Unidos, ya que temen la agresión de Irán. No es difícil creer que a ellos también les gustaría la asistencia militar de Israel.
Tenemos una situación aquí en la que el enemigo de mi enemigo se convierte en mi amigo. Aunque uno puede alegrarse de que los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin reconozcan a Israel y tengan relaciones diplomáticas, personalmente creo que el fallo de Israel de no anexar / reconocer a Judea y Samaria como parte de la Nación de Israel fue un precio demasiado alto a pagar por estos acuerdos. Si uno vio la firma del acuerdo, a principios de esta semana, los Ministros de Relaciones Exteriores árabes mencionaron que estos acuerdos impiden que Israel reconozca la tierra que fue prometida bíblicamente al pueblo judío y que Israel ahora estaba comprometido con la posición no bíblica y rebelde de una solución de Dos Estados para el conflicto palestino.
Como alguien que se somete a las Escrituras, me opongo a un estado palestino y al fracaso de Israel de reconocer toda la tierra prometida por Di-s al pueblo judío.
En conclusión, estos acuerdos se referían más a los beneficios económicos que al reconocimiento de la verdad espiritual. En otras palabras, muestra que el liderazgo de Israel, tanto religiosa como gubernamentalmente, está muy lejos de la mente de Di-s.
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