¡Shalom desde Israel! Espero que todos ustedes hayan tenido una muy buena semana. Esta semana tenemos una lectura doble muy especial para la porción semanal de la Torá. Se llaman Matot y Masei. Las lecturas son Números 30:2-32:42 y 33:1-36:13. Aquí les comparto un breve comentario de Baruch:
Parashá Matot – Masei
Este Shabbat leemos dos porciones de la Torá, Parashá Matot y Parashá Masei. En esta última lectura, uno encuentra el mandamiento de establecer seis ciudades de refugio. Estas ciudades eran para cuando alguien matara a otro, pero no tenía la intención de hacerlo, aunque que no fue puramente un accidente. En otras palabras, había cierto grado de responsabilidad. Esta responsabilidad podría estar presente debido a la negligencia; es decir, si el que mató a otro hubiera tomado algunas precauciones razonables, la muerte no se habría producido. Debido a que el asesino es responsable de alguna manera, la familia puede vengar la muerte del pariente tomando la vida del asesino. El que hace venganza de la muerte es conocido en la Escritura como el “redentor”. Para que el asesino no muera también, se le permite huir a una de las ciudades de refugio, y allí está a salvo del “redentor”, ya que no puede ser asesinado dentro de las fronteras de la ciudad.
La pregunta en la que me gustaría centrarme es “¿cuánto tiempo debe permanecer el asesino en la ciudad de refugio antes de que pueda partir y estar a salvo del vengador?” Uno podría formular la pregunta de manera diferente preguntando: “¿Cuántos años debe permanecer en la ciudad de refugio”? Es esta segunda pregunta la que pasa por alto el punto. El asesino no está en la ciudad de refugio como castigo, es decir, como una sentencia de veinte años, pero está allí esperando que ocurra algo que lo libere y lo devuelva a su condición anterior. ¿A qué espera? La respuesta se encuentra en el Parashá,
“… Y morará en ella (la ciudad de refugio) hasta que muera el gran (sumo) sacerdote, el cual fue ungido con aceite santo.” Números 35:25
Aquí tampoco se menciona un tiempo específico, como una sentencia de veinte años, sino que se trata de esperar a que el sumo sacerdote muera. ¿Por qué se menciona al sumo (gran) sacerdote y por qué es que se menciona su muerte? El sumo sacerdote está relacionado con el Día de la Expiación. En esencia, la expiación no elimina la consecuencia del pecado, sino que sólo pospone la consecuencia del pecado. ¿Cuál es la consecuencia del pecado? La respuesta es la muerte.
Es muy importante recordar que el miembro de la familia que tiene derecho a vengar la muerte de su pariente es llamado el “redentor”. Este hecho demuestra que debido a este pecado y, por supuesto, de todo pecado, se requiere la redención. El sumo sacerdote es mencionado en este pasaje para proporcionar un contexto para entender el tema de las ciudades de refugio. Mientras el asesino permanece dentro de la ciudad, la consecuencia de su pecado (muerte) se pospone. Es la muerte del sumo sacerdote, que es ungido (en hebreo ungido es la misma palabra para Mesías), lo que proporciona redención para el asunto. Debido a la muerte del sumo sacerdote, el asesino ahora puede salir libre y el pariente no puede hacerle daño, porque la muerte del sumo sacerdote trajo consigo una redención que fue a la vez sustitutiva y vicaria.
Es importante que el lector recuerde que la muerte del Mesías proporcionó una mayor redención, la redención que conduce a la vida eterna y el perdón de todos los pecados de uno. Del mismo modo, la muerte de Yeshúa fue sustitutiva y vicaria. Una y otra vez en la Torá, uno puede encontrar muchas enseñanzas que apuntan a lo que el Mesías Yeshúa ha logrado. Estos numerosos sucesos proporcionan las pistas que deberían hacer que uno identifique a Yeshúa como el Redentor y deposite su fe en Él.